miércoles, 9 de julio de 2008

La soledad es una embriaguez.

La soledad es una embriaguez que no conoce día siguiente, no se calma con aspirinas ni se aleja con amigos, es una necedad tan carente de orgullo que permanece aunque mil veces la corras de tu lado, a veces harta hasta al cansancio en que uno empieza a ponerle nombre, le habla y conversa como si fuera la mejor de sus amigas, lo peor es cuando sin dar cuenta comienzas a amarla como la mejor de sus amantes. Siempre ahí, dispuesta, fácil, entregada.

Esos tontos poetas deberían escribirle menos al amor y más a la soledad, la he visto más seguido que hombres y mujeres enamorados, es más fácil ver a cinco hombres acompañados de su sombra y su soledad que a uno solo con la frente marcada con la letra del amor. Es mejor ser lámpara, cuchara o escoba que ser enfermo sin cura del mal de la soledad, las primeras son cosas de práctica utilidad y humilde servicio, lo segundo es ser peor que un saco de las ilusiones desfondado en una noche que ha olvidado la memoria.



Rosemberg Román
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18/06/08

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me llamo mucho la atención el estilo en el que escribes. Se nota que la poesía de "Jaime" te es de tu agrado. Seguiré leyendo de a poco, hasta que llegue el momento en que no quiera leer más. Hasta entonces.

Lilus K dijo...

Es el primero que leo de tus poemas. Me llamó la atención el título. Amo la soledad hasta un punto que ni yo misma sabía. Te doy desde aquí la bienvenida a la universidad, me llamo Lourdes Mercado, voy a entrar a tercer semestre de psicología.