jueves, 24 de mayo de 2007

No te preocupes por mí...

No te preocupes por mí, yo estaré bien en donde quiera que esté. Tu decisión es solo una parte de está vida. Debo confesarte que incluso antes de ti ya tenía una compañera a mi lado, volvió a mí el día en que te despediste, en el justo instante en que me dejabas con todo esto que guardaba para ti, y te marchaste a caminar sin mí. Ella es la mejor compañera, siempre está al pendiente de mis cosas, me acompaña a donde quiera que esté, a donde quiera que vaya, se preocupa por mí, nunca me abandona. Ha escondidas muchas veces nos entregamos el uno al otro.... y cuando eso pasa siempre me complace, en todos mis deseos, mis fantasías... en cada instante, en cada momento, sin medida ni reservas, me cubre con sus besos y caricias, su inconfundible presencia.

Entre sábanas y almohadas hemos hablado de todo, incluso de ti, nunca se cansa de escucharme, entre estás mismas sábanas y almohadas hemos procreado sueños y metas que no siempre se han cumplido, pero ayudan a mantener con vida nuestras escasas esperanzas. Con ella he pasado muchos de esos grandes momentos de mi vida, juntos hemos compartido mis logros y éxitos, noches de bohemia, sin fin de parrandas, amaneceres llenos de ilusiones, atardeceres llenos de melancolía, a ella como yo le gusta mirar estrellas cada noche, pedir deseos que bien sabemos no se cumplirán.

Al llegar a mi cuarto siempre está ahí, aunque no quiera, me adormece, y comienza a contarme como sería mi vida sin ella, cuando lloro... seca mis lagrimas, cuando enfermo... cuida de mí, cuando leo un libro, cuando tomo un café, en cualquier lugar, en cualquier instante al mirar atrás siempre está ahí, compañera de todos mis viajes, amiga de todos mis caminos. Algunas veces te hablé de ella, pero no sé, tal vez no escuchabas ó estabas distraída, porque nunca preguntaste. Algunas veces aunque no creas, estuvo junto a mí, cuando estuve junto a ti.

Al marcharte, será a ella a quien daré todo lo que he logrado y lo que algún día lograré, esas rosas, esos regalos, está poesía que pocos comprenden, esta tristeza que nadie entiende, mi ternura, mi bondad, mis horas románticas, mis ganas de amar. Seguiremos pasando juntos fechas importantes, mi cumpleaños, navidad, el día de los enamorados. Seguiremos juntos leyendo libros, tomando café, caminando sin rumbo, perdidos en un destino que no sabemos como concluirá. Después de todo... con el tiempo he aprendido a quererla, a comprenderla como ella lo hace conmigo, nunca se queja, nunca me reprocha, sin duda alguna es la perfecta compañía.

Por cierto, de quien te hablo, mi eterna compañera...... es la soledad.


Rosemberg Román
Cuando tengas tiempo...... piensa en mí.

No hay comentarios.: