Hola mí Vida, buenos días, espero estés bien y la noche te haya permitido descansar; yo no pude hacerlo, no pude dormir, tu nombre no se alejo de mi pensamiento, estaba ahí mas presente que nunca.
Sabes, ayer como otras veces pregunté a Dios ¿Por qué te conocí?, ¿Por qué te cruzaste en mi camino?, ayer me dio su respuesta, es simple, dolorosa, pero es verdad.
Llegaste a mi vida para que me diera cuenta una vez más, de que podré ser el mejor de los amigos, pero nunca el compañero de alguien, que nadie ha nacido para compartir mi vida, que nunca nadie me amará como yo puedo llegar a amar. Para darme cuenta que mi mente puede mover al mundo, pero nunca hará vibrar un corazón. Para darme cuenta que mis manos pueden crear lo que deseen, pero nunca podrán dar una caricia, no tienen donde darla. Para darme cuenta, de que mis labios nunca besaran otros labios, nunca los conocerán, nunca sabrán de esa ternura, besarán mil mejillas, pero nunca otros labios. Para decirme que puedo conocer el mundo, pero nunca el corazón de alguien, ese alguien que quisiera fueras tú.
…Por eso te conocí.
Te regalo una Rosa, en una más de nuestras miles de cosas en común, es tu flor favorita y mi mejor regalo. Es especial, diferente, es una rosa triste, muy triste, esa rosa soy yo, sólo que sé no la tomarás, nunca nadie la tomará entre sus manos, porque está llena de espinas, tantas que no puedes siquiera acariciarla, es bella, tal vez la más bella, pero nadie la tomará jamás, porque está llena de espinas… tantas como heridas tiene mi alma.
Cuídate, Que Dios te bendiga, y Gracias... Mil Gracias por Todo.
Rosemberg Román
Cuando tengas tiempo…… piensa en mí.
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