Dios puso en tus ojos un océano de paz donde mi alma mira a diario el horizonte, hizo de tus besos la adición de mi cuerpo, del sabor de tus labios son mis besos, del color de tus ojos mi delirio. Dios quiso regalarme tus sonrisas, que inspiran el más lindo de los versos, puso en tu pelo rayos de luna, donde duendes traviesos juegan estrellas fugaces. Hueles a rosas recién nacidas, a néctar de frutas prohibidas, eres manjar que se come despacio, del sabor de tu cuerpo es mi deseo, del color de tu piel mi fantasía.
Dios hizo de tus pasos el camino y amarro a tus huellas mi destino. Hizo de tus manos medicinas, que curan heridas con caricias. Dios hizo de tu nombre mi eterno pensamiento, puso a tu lado ángeles que cuidan, celosos tesoros de tu alma. Dios hizo de tu espíritu pedazo de viento que pasea por el cielo, que rompe barreras y acaricia con ternura tristes corazones, eres lucero de fuego que ilumina madrugadas, nido de tiernos colibríes que viven de tu magia. Del sabor de tu cuerpo es mi deseo, del color de tu piel mi fantasía.
Rosemberg Román
Cuando tengas tiempo...... piensa en mí.
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